Si en nuestro último post te hablamos que España ha triplicado la exportación de carne de ave en la última década, hoy vamos a contarte que Ramón Rives Marhuenda, el gerente y fundador de Avecox, ha concedido una entrevista para el medio de comunicación Aquí en Cox. En el diálogo mantenido con el citado periódico, Ramón revela cómo y cuándo nace Avecox, la importancia de su familia en el éxito de la empresa y otros muchos temas que te desgranamos a continuación.
Aquí en Cox – ¿Cómo llegaste al mundo de los negocios?
Ramón Rives – Mis padres tenías una pequeña bollería. No quise estudiar a pesar de que ellos me lo aconsejaron. Me salió el espíritu comercial que tengo y trabajé en el negocio familiar. Mi padre era muy buena persona, aunque quizá un hombre demasiado conservador. Cuando regresé de la mili quise ser valiente y con 21 años me monté por mi cuenta. Mi padre, que era un sabio, me lo puso difícil y me apretó bastante, aunque me regaló un coche, En realidad, el mejor regalo que me hizo fue su honradez y lo que querido que era en el sector, eso fue mi mayor activo. Gracias a su forma de ser, yo tenía todas las puertas abiertas. Empecé con muy pocos medios y poco a poco fui avanzando. Tuve la gran suerte de casarme con mi mujer, que es una persona muy equilibrada y sensata. Es un aspecto que siempre me ha venido bien.
Aquí en Cox – Y desde ahí ha sido todo seguido…
Ramón Rives – Nuestro negocio empezó a crecer y a crecer. Contraté a un obrero y a día de hoy damos trabajo a 120 personas directas y a otras 100 indirectas.
Aquí en Cox – En esta aventura te acompañan dos de tus hijos.
Ramón Rives – Cuando mi hijo mayor Ramón terminó de estudiar, el negocio todavía era pequeño. Gracias a él empezamos a ampliarlo. Al haber estudiado Administración y Dirección de Empresas con dos idiomas, nos permitió abrir la vía de la exportación al extranjero. Mi segundo hijo, David, era deportista y no quiso participar en la empresa. Mario, mi hijo pequeño, terminó la carrera y también está con nosotros. De esta forma pasamos de un cinco a un diez, en comprometernos y en decir “hoy en día, con la globalización que impera, tenemos que exportar, movernos y hacer cosas que no hemos llevado a cabo nunca”. Lógicamente, he tirado para adelante porque me he sentido muy respaldado por mis hijos y mi mujer. Y un aspecto muy importante, también un gran equipo humano muy comprometido que es el alma de la empresa y, además, están a muerte con Avecox.
Aquí en Cox – ¿Siempre has estado relacionado con las aves?
Ramón Rives – Sí, mi padre tenía una pollería y vendía en el pueblo y a carniceros. Tenía también tierras por lo que se dedicaba un poco a la agricultura. Empecé en aquella época matando conejos. Luego me puse con el pollo de campo y el pavo, hasta que se complicó porque las grandes empresas del país hicieron lo mismo y entonces comencé con la gallina. Hoy en día la gallina representa el 90% del negocio de Avecox. A nivel nacional se la vendemos a Mercadona y a grandes empresas porque a ellas les estorban las gallinas, ya que matan pollos. Así que hemos optado por ese nicho de mercado. El resto, con mis hijos Ramón, que se dedica a la exportación, y Mario, que está en el departamento de producción.
Aquí en Cox – ¿Cuándo nace Avecox como marca?
Ramón Rives – La empresa empezó llamándose Ramón Rives Marhuenda en 1975, luego Ramón Rives SL y, finalmente, la marca actual, Avecox, que nació en 1982.
Aquí en Cox – ¿Entonces las exportaciones comienzan cuando llega tu hijo a la empresa?
Ramón Rives – Exacto. Él habla inglés y francés. Fuimos a varias ferias y nos centramos en la exportación. Eso fue en 2010 y actualmente la exportación supone un 25-30% de las ventas.
Aquí en Cox – ¿Qué dirías a todas esas personas que se quejan del maltrato animal? ¿Cómo se trata a los animales en Avecox antes de su sacrificio?
Ramón Rives – Cualquier empresario que se preste a ser empresario en este sector, si no trabaja el bienestar animal es un mal empresario. En primer lugar porque si no se trata bien a los animales la calidad no es la misma. En segundo lugar, hay mucha gente que habla desde la ignorancia porque para saber deberían de trabajar en las plantas procesadoras de aves. Y no digo que no haya empresarios que lo hagan mal. Sobre ellos debería de caer todo el peso de la ley porque es un perjuicio para los que lo intentamos hacer bien. Aquí desde la carca hasta que se sacrifica, lo supervisamos. Es más, Sanidad controla mucho este tema. Cuando se empieza a trabajar, el primero que está aquí es el veterinario y lo que te exige es un curso de bienestar animal para las personas que trabajan los animales. Además egoístamente hablando, a los empresarios nos interesa que los productos salgan impolutos porque así tienen menos segundas y desperdicios.
Aquí en Cox – Veo además una total limpieza en las instalaciones…
Ramón Rives – Aquí la limpieza y el bienestar de los animales tienen que ser siempre de diez. Lo primero que queremos cuidar es el medioambiente y que los productos lleguen seguros en materia de salud. Igual que los granjeros que se precien deberían tratar perfectamente a los animales porque si no lo hacen, el mercado se los acaba comiendo.
Aquí en Cox – ¿Es Cox, como se dice, un pueblo de emprendedores?
Ramón Rives – Está a la vista. Sobretodo somos trabajadores. Trabajamos 24 horas si hace falta. La historia siempre ha puesto a Cox en el punto de mira de la comarca.
Aquí en Cox – ¿Has dejado escapar alguna oportunidad de la que luego te hayas arrepentido?
Ramón Rives – Alguna oportunidad sí se ha dejado pasar. No obstante, mi padre me dijo una frase que me impactó: “en esta vida hay dos clases de tontos, el que llevando bien las cosas las cambia y el que llevándolas mal no las cambia”. Y en mi caso me ha ido bien así que, ¿para qué las quiero cambiar?
Aquí en Cox – ¿Cómo está la situación actual?
Ramón Rives – La verdad es que nosotros en estos momentos somos unos privilegiados porque tocamos un producto muy económico donde con un pedazo de gallina se hace un puchero y comen diez personas. Los que viven de otros sectores no hace falta que te diga cómo están.
Aquí en Cox – En estos momentos difíciles vosotros también sois solidarios…
Ramón Rives – Colaboramos con la Cruz Roja y con cinco conventos. De la forma que podamos, tenemos que devolver a la sociedad todo lo que nos está dando. Para nosotros es insignificante dar 100 menús a la semana a Cruz Roja o a las monjas que viven de la caridad. Les damos cada dos semanas unas gallinas para que se hagan un caldo. También hablamos siempre con Alicante Gastronómica para que nos digan qué necesitan
Aquí en Cox – Por otra parte, también colaboráis con el ayuntamiento en algunas actividades deportivas. ¿Por qué en concreto el deporte?
Ramón Rives – Mi padre era una persona muy futbolera, fue entrenador de fútbol de niños. Lo más importante del fútbol en un pueblo es promocionar a los críos. He sido presidente, siempre siguiendo la estela de mi padre.
Los mayores problemas a los que están expuestos durante la juventud se pueden evitar con el deporte. Cada vez que me han venido a solicitar ayuda para el deporte, siempre he dicho que para los niños lo que haga falta. En el primer partido de fútbol femenino que se jugó en Cox fui el patrocinador.
El 90 por ciento de los chavales que conozco que han practicado deporte han salido muy bien. Te da una disciplina, una obligación de cuidarte y es otra historia.
Aquí en Cox – Llevas con orgullo ser de Cox, incluso en el nombre de la empresa.
Ramón Rives – Siempre digo que es el mejor pueblo del mundo, porque tiene de todo. Estoy muy orgulloso, y nunca me movería de aquí.
Aquí en Cox – ¿Cómo ha cambiado Cox desde tu infancia hasta hoy?
Ramón Rives – En lo importante Cox no ha cambiado, en nuestros valores, en nuestra esencia, sin embargo, no es que haya cambiado Cox, es que ha cambiado todo. O te adaptas a los tiempos o no avanzamos. La globalización lo ha cambiado todo. Hoy en día cualquier cliente de Europa te coge el ordenador y busca procesadoras de aves, y si no tienes un sello de calidad de entrada te descartan.
Aquí en Cox – ¿Cuántos animales tenéis en la empresa?
Ramón Rives – Nosotros solo criamos pollos de campo y pavos. Lo que más hacemos es procesar gallinas, ahora entre las pesadas que crían el huevo para el pollito y las que hacen el huevo para el consumo, estamos procesando entre 120.000 y 150.000 animales a la semana.
Aquí en Cox – ¿Cómo ves el futuro de Cox?
Ramón Rives – El futuro de Cox siempre estará ahí porque los cojenses somos muy trabajadores. Sí es cierto que cada día lo veo más complicado, porque las grandes superficies se lo están comiendo todo. O nos reinventamos o lo tendremos más difícil, por desgracia.
Lo que nos salva es que en Cox trabajan de media el doble que en cualquier otro pueblo. A las tres o cuatro de la mañana ya está todo el mundo en marcha, contra eso no hay quien pueda. Un periodista le dijo una vez a Tiger Woods: “Qué suerte tienes que le has pegado y ha ido al hoyo” y el golfista le respondió: “Me estoy dando cuenta de que cuanto más me entreno más suerte tengo”. Y así somos en Cox.