Sólo faltan dos semanas para acabar este 2020, y dando gracias. Se cierra el que probablemente, o sin el “probablemente”, haya sido el peor año de nuestra historia reciente. La irrupción del coronavirus ha supuesto una debacle superlativa en todos los ámbitos y sectores de la sociedad. Parece que se vislumbra la luz al final de este largo y oscuro túnel en el que nos ha sumergido la COVID-19 gracias a la milagrosa aparición de las primeras vacunas. Se desconocen por el momento los efectos secundarios que las mismas podrían provocar en humanos, pero lo que está meridianamente claro es que debemos agradecer a la ciencia es hito histórico, pues nunca jamás se desarrolló una vacuna para contrarrestar los efectos de un virus en tan corto espacio de tiempo.

El coronavirus revoluciona Acción de Gracias

Esta inyección empezará remediar, entre otros muchos males, adversas situaciones del sector alimentario en general, y del avícola en particular, como la acontecida en la reciente celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Esta popular fiesta estadounidense familias de todo el país se reúnen en torno a una mesa para degustar un enorme pavo ha sufrido, como no podía ser de otra manera, las consecuencias del coronavirus. La movilidad y los desplazamientos a través de todo tipo de transporte se han reducido de forma aplastante y, debido a ello, miles de núcleos familiares se han visto obligados a reunirse mediante plataformas de videollamadas como Zoom o Skype.

Cambio en el tamaño de los pavos

Este hecho ha originado un desplome en el número de pavos vendidos en todo el país norteamericano. Según datos recogidos por la National Turkey Federation, cada año se suelen comer 40 millones de pavos en Acción de Gracias y cada uno de éstos pesa entre nueve y quince kilos. Este año, estos pavos denominados ‘Toms’ han dejado hueco, por razones obvias, a otros mucho más livianos. Exactamente, a pavos de menos de 7 kilos que, por otra parte, eran los que años atrás eran donados por los productores a los bancos de alimentos.

Tanto productores como comerciantes visualizaban este cambio obligado en los hábitos de consumo y se han adaptado ofreciendo a los consumidores otras alternativas. Walmart, una de las cadenas de supermercados más relevantes de EEUU, elevó un 30% el número de pechugas de pavo en sus lineales para anticiparse a los nuevos perfiles de demanda.

Esto ha sido todo por hoy pero te instamos a que sigas pendiente de nuestro blog para que sigas estando bien informado de todas las noticias relacionadas con el sector avícola. En Avecox queremos que nuestros usuarios y lectores estén al día de la actualidad y aprovechamos para recordarte que puedes volver a leer la entrevista que nuestro gerente y fundador, Ramón Rives Marhuenda, concedió para el medio de comunicación Aquí en Cox.