El artículo que hoy os hemos preparado en Avecox, donde recientemente os hablamos de la relevante presencia del sector avícola en la feria VIV Europe, es uno de esos con los que al leerlo te sentirás muy identificado. Además, estamos convencidos de que os servirá de gran ayuda y que nos recordaréis para bien cada vez que se os presente esa situación que da sentido a estas líneas. Sin más dilación, os contamos que esta publicación está dirigida a solventar esa duda eterna de saber si un huevo es fresco o no. Resultan innumerables la cantidad de ocasiones que nos hemos predispuesto para cocinar alguna receta con huevos y, enfrente de la nevera, nos hemos preguntado si éstos estaban o no en buen estado. Si bien es cierto, que llevan una fecha de consumo preferente impresa, en muchas ocasiones este indicador puede no ser del todo fiable e, incluso, resultar ilegible porque la tinta se ve borrosa.

El truco del vaso

Nuestro post tiene como finalidad echarte una mano para cuando te encuentres en esa tesitura tan incómoda de relamerte con ese plato que tienes pensado preparar y que a última hora te entran las dudas debido al estado de los huevos de tu refrigerador. Como te decíamos, la fecha impresa en los huevos puede no ser sinónimo de frescura, por lo que te recomendamos que ante la incertidumbre, mejor seguir los dos consejos que te exponemos a continuación. El primero de ellos es el más popular y, al mismo tiempo, el más infalible. Se trata de llenar un vaso de agua e introducir el huevo. Si el huevo se va rápidamente al fondo de dicho vaso, dile adiós a tus temores y no vaciles. Podrás cocinar tranquilamente y con total seguridad esa receta que tenías en mente. Por supuesto, si el huevo no flota y se mantiene en la parte superior del vaso, desecha ese huevo y piensa en otra alternativa para saciar tu apetito.

Chalazas, sinónimo de frescura

Este fenómeno se produce porque en el interior del huevo existe una especia de cámara de aire que va aumentando a medida que pasa el tiempo. Si no es excesivamente grande, el huevo se hunde en el vaso. En el caso opuesto, éste flotará. Otro de los trucos para verificar la calidad de un huevo pasa por testar si tiene dos chalazas a ambos costados de la yema. Las chalazas son esos hilos blancos que se hallan a los lados y sirven para fijar la yema en el centro del huevo. Si estos hilitos son perceptibles a la vista querrá decir que el huevo presenta calidad y frescura.

Así de sencillo es comprobar si los huevos que guardas en frigorífico son aptos para su consumo o, si por el contrario, debes desecharlos porque el tiempo ha afectado a sus cualidades. Esto ha sido todo hoy en el blog de Avecox, pero permanece atento porque la próxima semana volvemos con una recete que hará las delicias de los paladares más exigentes.